Es la fuerza que continúa presente
● La fuerza de las raíces ancestrales del río sigue presente en las creaciones modernas, sigue moviéndose porque, como indica la asesora cultural, Mirta Buelvas, “la cultura es dialéctica”.
Pero esa viveza también lleva a la reflexión sobre el presente de un río que como el Magdalena continúa entrelazando esas redes de intercambio cultural entre las comunidades que lo habitan.
Ati Quigua, mensajera de los mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta, destaca que, “el río siempre ha sido un espacio de encuentro de la cultura, de intercambio y de tejido social. Es un actor vivo. Lo que pasa es que cada vez los seres humanos lo escuchamos menos”.
En las tradiciones indíge- nas, el río Yuma se comunica en los yukunumas, que son espacios donde los mamos escuchan la voz del agua. “El río hace voz de los pescadores, de las músicas, de la poesía”, dice Quigua, para quien desde el punto de vista ético y de ordenamiento territorial debe haber una armonización de la estructura funcional de servicios socio económica con la estructura ecológica.
“El ciclo del agua para nosotros es la base del ordenamiento del territorio basado en principios ancestrales. El río es la matriz cultural de Colombia. No solamente son territorios, son también culturas que coexisten con esos ecosistemas”, dice.