Siguen ataques a los líderes sociales
39% de asesinatos de defensores en 2018 en mundo fueron en país.
● Sus voces son aisladas, encarceladas o silenciadas a tiros. En Colombia, país donde más defensores de derechos humanos son agredidos en el mundo, algunos activistas lograron burlar el cerco de amenazas para denunciar su indefensión.
Angustiados, viajaron cientos de kilómetros para protestar y pedir protección en Bogotá.
Otros, los más intimidados, recurrieron a emisarios. Entre el 28 de abril y el 2 de mayo unos 1.500 defensores de DDHH acamparon en una plaza de toros, bajo grandes lonas blancas, como si se tratara de un campo de refugiados en la arena.
Los líderes y activistas son blanco de una campaña de terror que deja 462 muertos desde el año 2016, según la Defensoría del Pueblo.
La ONG internacional Front Line Defenders estima que el 39% de los 321 asesinatos que documentó alrededor del mundo, en 2018, ocurrieron en Colombia.
El último ataque ocurrió el fin de semana en Santander de Quilichao (Cauca), donde la líder social y ambiental Francia Márquez resultó ilesa, y dos de sus escoltas heridos.
Estigma
José Murillo se presenta como el símbolo de un estigma. Tiene 42 años y vive en Arauca, en la frontera con Venezuela donde abundan el petróleo, la violencia y el miedo. El ELN, convirtió esta zona en su base de operaciones.
En 2006 este técnico de computación, esposo y padrastro de tres hijos, fue capturado bajo sospecha de colaborar con la insurgencia. Aunque alegó inocencia, pasó tres años en prisión antes de salir y demandar al Estado por su detención.
Asesinatos
Yasmín Muñoz alzó con más fuerza su voz, en defensa de las comunidades negras, cuando la de Temístocles Machado, el emblemático luchador social del puerto Buenaventura, fue acallada a balazos en enero de 2018, luego de recibir amenazas durante años. En esta zona los afro aseguran ser víctimas de una campaña de terror para apoderarse de sus terrenos o forzarlos a vender a bajo precio.
“Los territorios están siendo privatizados y las comunidades, desplazadas, pero sobre todo los líderes y lideresas que defendemos esos territorios estamos siendo amenazados, algunos asesinados y otros judicializados”, señaló la joven de 26 años.