Barranquilleros no se esfumaron
Dane defiende Censo. Gente, en área metropolitana.
● Ni los barranquilleros “han desaparecido”, ni le serán disminuidos al Atlántico los recursos del Sistema General de Participación. Más bien, en vez de controvertir las cifras del Censo, lo que se debe es conocerse mejor el departamento y nuestras ciudades, y “pensar en planear mejor nuestro futuro con base en los insumos estadísticos”.
El llamado y las aseveraciones fueron del director del Dane, Juan Daniel Oviedo, que en su visita de ayer a Barranquilla, incluyó un encuentro con representantes de los medios de comunicación. Allí expuso: “los soportes y argumentos técnicos para asegurar que las cifras declaradas de la población efectivamente censada y su estructura demográfica son cifras consecuentes con todos los fenómenos”.
El contexto es que el punto de partida de cualquier ajuste son los 48’258.494 habitantes estimados provisionalmente por el Censo realizado en el 2018, y que incluyen la corrección global del 8,5 por ciento de personas omitidas por una otra razón (entre ellas, fallas propias del ejercicio censal).
Para ver cuántos de esos 4.094.077 personas omitidas corresponde a cada territorio, se usará, como ajuste, el contraste con la Base de Datos Única de Afiliados (BDUA) de protección social.
Pues resulta que en el caso del Atlántico, esa base tiene como referente de 2.467.897 personas, que frente a las 2.342.265 efectivamente censadas, arroja un potencial de omisión incluso menor: 5,09 por ciento (quizás unas 120 mil personas).
Así que, por ese lado, la población del Atlántico creció en unas 350 mil personas entre un censo y otro. Pero lo que ha llamado a la duda de muchos, hasta con anuncios de demandas a la Nación, es que en Barranquilla, ese crecimiento solo fue de 7.214 personas.
Esa diferencia podría llegar hasta los 56 mil en caso de un ajuste máximo estimado del 5 por ciento, pero aún así, parece poca.
Las cifras, sin embargo, son consecuentes, por ejemplo, con la mayor participación de habitantes en los municipios del resto del área metropolitana. “En Barranquilla no desaparecieron barranquilleros: simplemente tomaron decisiones habitacionales, en los últimos 13 años, de ubicarse en la conurbación, tal vez por costos de suelo mucho más competitivos”, dijo Oviedo.
Basta con observar, por ejemplo, que, sin incluir los ajustes, Soledad pasó de 445 mil a 536 mil habitantes entre un censo y otro; Galapa, de 31.500 a 55.123; Malambo, de 99 mil a 119.920; y Puerto Colombia (zona de expansión de los estratos altos) pasó de 26 mil a 47.899 habitantes.
Lo otro es que se ha reducido la tasa de natalidad: en 2005 fueron 22.975 nacimientos, contra 22.780 del 2018; y se aumentó la de la defunciones: fueron 1.448 en 2005 contra 2.013 en el 2018.