Especial sobre la fiesta nacional
PASO DEL LIBERTADOR POR LA CIUDAD Y EL ATLÁNTICO ANTES DE MORIR.
● Los entonces polvorientos e improvisados caminos del Atlántico fueron testigos de las últimas cabalgatas del Libertador Simón Bolívar.
En 1830, cuando su enfermedad avanzaba de manera implacable y provocaba desesperanza en el Padre de la Patria, se registra su paso por Barranquilla, Soledad y Sabanilla.
Según documentos de historiadores, Bolívar había tocado tierras del Atlántico cuando atravesó los municipios de Campo de la Cruz, Sabanalarga y Santo Tomás para llegar, por un par de días de agosto de 1820, a Barranquilla.
El Libertador tenía el deseo de partir rumbo a Jamaica para recuperarse en un mejor ambiente de la enfermedad que lo aquejaba.
Además, quería dejar una tierra que, en una ocasión conversando con el médico Alejandro Próspero Réverend, califico como de canallas. Sin embargo, el deterioro de su salud hizo que tomara otro rumbo: Soledad ( ver recuadro).
El 7 de noviembre de 1930 está registrada la fecha de su arribo a Barranquilla. Fue recibido y alojado en la residencia de Bartolomé Molinares, ubicada en la esquina de la Calle Ancha con Callejón del Progreso (cl. 34 con cra. 41), frente a la Iglesia de San Nicolás. Días después, escribió sobre su anfitrión. “En este pueblo he sido hospedado en casa del señor Bartolomé Molinares, que me ha tratado con la mayor bondad, asistiéndome en mi enfermedad como si fuera un hijo”.
Su agradecimiento fue tal que solicitó a Rafael Urdaneta la asignación de un sueldo para Molinares, no por su cuidado sino como reconocimiento a la labor desempeñada en la administración de correos.
En general, las 21 y 25 cartas que escribió en la ciudad, denotaban preocupación y pesimismo en torno a su enfermedad.