¡Egan, fenomenal!
Se vistió de amarillo, es el líder del Tour y está muy cerca de quedarse con el título final.
Casi 45 años después de la participación del primer ‘Escarabajo’ en el Tour de Francia, Martín Emilio ‘ Cochise’ Rodríguez en 1975, y del primer equipo en 1983 con el Colombia-Pilas Varta, el sueño del país quedará congelado algunos instantes porque un joven de 22 años, llamado Egan Bernal, se enfundó el maillot amarillo a falta de la etapa alpina de hoy y el trámite del cierre mañana en París.
Se mueven los cimientos del ciclismo colombiano. Tres corredores han subido al podio: Nairo Quintana, segundo en 2013 y 2015 y tercero en 2016, Rigoberto Urán, segundo en 2017 y Fabio Parra, tercero en 1988. Pero falta el primer escalón y Egan se encuentra a pocos kilómetros y 3 puertos de hacer historia.
En Zipaquirá, donde se formó como corredor, nacieron sus sueños de ganar el Tour, algo que vive hoy siendo el portador de la camiseta de líder. Antes vivieron esa experiencia Víctor Hugo Peña (2003) y Fernando Gaviria (2018). ¡Un día increíble!
La de ayer fue una jornada que Egan y todo el país no olvidarán.
“Está camiseta es de toda Colombia. Le quiero dar este Tour tan soñado, espero ser el primero (...) No lo puedo creer, espero no despertarme y que esto haya sido un sueño. Ahora quiero llegar a París, cruzar la línea de meta y ganar el Tour”, dijo tras bajar del podio en la estación alpina de Tignes.
“íEn español!”
“Fue una locura, bajaba a tope, empezaron a hablar por la radio en inglés y no entendía nada. ‘íExplíquenme en español!”, pedí y ya lo comprendí’, dijo el ciclista del Ineos, quien maneja bien el inglés pero que buscaba reafirmar un anuncio tan extraño.
La dirección de carrera decidió neutralizar la prueba a 25 kilómetros de la meta tras una repentina tormenta de granizo que provocó que la carretera se cubriera de hielo poco antes de Val d’Isere.
Cabeza de carrera, Egan fue frenado en pleno descenso del Col de Iseran, que había coronado en solitario tras una aceleración espectacular a 5 kilómetros de la cima que dejó atrás a los otros candidatos al triunfo final.
“Fue una decisión difícil: podía defender y asegurar podio o atacar. Dije ‘tengo 22 años no pasa nada si ataco de lejos y reviento’. Si no lo hubiera hecho me habría quedado una espina en el corazón”, dijo.
Egan tiene soñando a todo un país, lo que tiene claro. Restan pocos kilómetros, la gloria está cerca.