Por un futuro sostenible
Las crisis sacan lo mejor de los seres humanos. Ante las graves consecuencias por el vertido de combustible debido al accidente de un barco en la paradisíaca isla Mauricio, en el océano Índico, miles de personas se han movilizado para tratar de disminuir los daños a las playas, a los arrecifes y lagunas.
El pasado fin de semana hubo una afluencia masiva de pesonas, de acuerdo con las versiones de prensa, para colaborar en las tareas de limpieza y de construcción de las barreras de contención. También organizaron una campaña para recolectar fondos, pues los recursos de la isla no son suficientes para atender la emergencia.
A la par con el esfuerzo de prácticamente todos los habitantes de la isla, que en buen aparte devengan su sustento del turismo, también el gobierno hace gestiones para hacer lo posible por disminuir el impacto del desastre.
Sin embargo, más allá de la unión entre esfuerzo ciudadano y gubernamental, lo expertos estiman que la recuperación de los daños ocasionados en la zona se tardará por lo menos una década.
Y eso no solo es grave desde la perspectiva de la naturaleza. En Mauricio, ubicada al este de la isla de Madagascar, gran parte de la población vive de la pesca y del turismo, que se verán fuertemente afectados por el vertido de combustible.
La diversidad marina y terrestre, los arrecifes de coral, todo ello constituye la fuente de riqueza para los habitantes de Mauricio. Este desastre demuestra que, si no protegemos el medio ambiente, no tendremos un futuro sostenible.