El transporte y sus cambios en 12 años
DE BUSETA AL TM, Y DE CARROS Y MOTOS A MOVILIDAD ELÉCTRICA.
Desde los 60 hasta los 90, el transporte colectivo de la capital estaba en manos de empresas privadas. Bogotá estaba pintada por buses y busetas de todos los colores que recorrían los corredores viales en medio del caos y el acelerado crecimiento de la ciudad. Eso ha cambiado mucho.
Los distintos gobiernos locales entendían que era necesaria y urgente la transformación del servicio, la ampliación de cobertura, la modernización y optimización del parque automotor, la disminución de la contaminación ambiental, la reducción sustancial de la accidentalidad, la eliminación de la guerra del centavo y la generación de empleo para los conductores en condiciones diferentes.
“Para finales del siglo XX no existía un verdadero sistema de transporte público urbano que sirviera como alternativa al vehículo particular - lo cual incentivaba aún más su uso y la ciudad registraba bajos niveles de competitividad a nivel latinoamericano y una insatisfactoria calidad de vida de la mayoría de sus habitantes”, recuerdan voceros de Transmilenio. Frente a soluciones de este problema, estuvieron las administraciones de los alcaldes Andrés Pastrana (1988-1990) y Jaime Castro (1992-1994) y la primera de Antanas Mockus (1995 - 1997). Al final, después de muchos debates, se estableció que era