Como la espuma
¿Les ha pasado que esperan con emoción un estreno y luego resulta ser la estafa más grande del cine? Pues me pasó la semana pasada irónicamente con Las estafadoras (‘Ocean’s 8’), el spin off de la trilogía empezada en 2001 con Ocean’s Eleven, que en esta ocasión es encabezada por personajes femeninos de la talla de Sandra Bullock, Cate Blanchett, Anne Hathaway y Helena Bonham Carter. Sin embargo, la cinta no pasa de ser un flojo entretenimiento monótono en general y con falta de sorpresa en lo particular.
Más allá de sentir que malgastaron el talento de cada una de las protagonistas, creo que el error fundamental de la cinta es su falta de trama. Sí, es un robo, eso ya lo sabemos, pero lo que me gustan de sus predecesoras es la capacidad que tienen de hacer una trama creíble, atractiva e interesante.
Sin embargo, para esta nueva entrega el resultado es que el empoderamiento femenino se limita al uso de aparatos tecnológicos y de un sexto sentido limitado que les permite cumplir con éxito su misión.
Por otro lado, nada parece tener un hilo conductor. Más allá de revelarnos que Bullock es Debbie Ocean, la hermana de Danny (George Clooney), su historia de amor y vengaza es sosa; los problemas para efectuar el robo se resuelven de maneras ridículas; y las protagonistas terminan limitándose a los típicos clichés del cine.
‘Las estafadoras’ no clasifica ni para una tarde de domingo en casa.