Asesinos, sin control
ONU rechazó atentado a una madre víctima de ejecuciones extrajudiciales.
● La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos rechazó ayer “enfáticamente” el atentado contra Alfamir Castillo Bermúdez, madre de un joven víctima de las ejecuciones extrajudiciales, y pidió protección para ella.
Castillo, mamá de un joven asesinado en 2008 en el departamento de Caldas por soldados, salió ilesa de un atentado perpetrado el viernes pasado por desconocidos en una carretera del departamento del Valle del Cauca.
La ONU señaló en un comunicado que “rechaza enfáticamente” el atentado sufrido por Castillo, madre del joven Darbey Mosquera quien “fue ejecutado extrajudicialmente el 8 de febrero de 2008 en Manizales por miembros del Batallón de contraguerrillas No 57 ‘Mártires de Puerres’, perteneciente a la Octava Brigada del Ejército de Colombia”.
La Oficina recuerda que el año pasado Castillo y su abogado fueron amenazados por su participación en una audiencia que la Justicia Especial para la Paz (JEP) adelantó en contra del general retirado Mario Montoya Uribe, comandante del Ejército de
Colombia entre los años 2006 y 2008. Colectivos de organizaciones sociales y Ong han solicitado, en varias manifestaciones, aclarar las muertes en los ‘falsos positivos’.
Mientras el año pasado, según cifras oficiales, fueron asesinados 172 líderes, en lo que va corrido del 2019 ya son 7 las víctimas ultimadas por desconocidos.
Tras el ataque contra Castillo, el presidente, Iván Duque, , aseguró que su Gobierno está comprometido para enfrentar a las organizaciones criminales que asesinan a líderes
sociales y defensores de derechos humanos.
"Vamos a enfrentar esas organizaciones criminales y las vamos a someter a la justicia en nuestro país. Vamos a estar trabajando con la comunidad, pero no vamos a permitir que se sigan acallando las voces de los colombianos por parte del crimen organizado", dijo el jefe de Estado en Yopal, donde el fin de semana
se reunió con la población.
Mientras el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, reconoció esta semana que habría “sistematicidad” en asesinatos de líderes sociales en Colombia, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, señaló que “el 35 % de las muertes ha sido por motivos particulares”.
Los daños a la vida del hombre han ido cambiándolos de acuerdo a las orientaciones científicas, económicas o políticas. Los médicos han sido expertos en ir de un lado al otro y con ese afán de prohibir y de hacer sufrir a la gente para prolongarle la vida, pasan de una receta milagrosa a volverla, años después, una prohibición. Los ancianos recordamos cómo hace 55 años el tratamiento para lo que llamaban úlcera péptica (ahora dizque la clasifican dentro de las gastritis) eran leche y gelatina royal, y una dieta de espanto. Ahora lo primero que le ordenan a uno ante la gastritis es alejarse de los lácteos como si fueran veneno.
Usando la maquinaria arrolladora de los medios antiguos, la peligrosísima de las redes y los abusivos y dictatoriales decretos del Estado, arrecia una campaña para que no usemos bolsas plásticas, no consumamos azúcar y no comamos carne. Las bolsas plásticas las reemplazan por bolsas de papel, que se obtiene de la celulosa de árboles que hay que tumbar. El azúcar, que ha endulzado la vida por milenios, lo cambian por las caras amargas de quien no puede encontrar la delicia en un helado de vainilla simplón. Y la batalla contra la carne busca que los campesinos no tengan más vacas para que no caguen porque por cada kilo de carne necesitan producir boñiga que no sé cuántos centímetros cúbicos del metano le aportan al envenamiento de la atmósfera.
No calculo la cifra de seres humanos que dejarán de comer por esta guerra contra la trilogía maldita que permite aún que millones de manos tengan trabajo, pero la ferocidad conque persiguen la carne, el azúcar y el plástico no tiene compasión alguna por los que se morirán de hambre por falta de empleo.