¿Por qué la ciudad colapsa por lluvias?
Las fallas en desarrollo y malos hábitos ciudadanos causan caos.
● La variabilidad del clima ha hecho que el nivel de lluvia de pocos días sea equivalente a lo que suele registrarse en un período de dos semanas.
Por ello, parte de la ciudad se encuentra inundada. Lo peor es que la temporada de lluvias hasta ahora comienza y ya la crisis se hace evidente.
Existen muchos motivos por los cuales el alcantarillado no es capaz de soportar las aguas lluvias de manera efectiva. La primera, es el mal manejo de los residuos sólidos que hacen muchos ciudadanos. Su mala disposición es uno de los motivos para que se obstruyan los desagües. Sin embargo, se trata apenas de una de las causas de encharcamientos en las calles.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) dijo que se activó un plan de contingencia para atender las emergencias que ocurran durante esta temporada que, tal como lo pronosticó el Ideam, irá hasta el mes de junio.
En estas labores participan también entidades como el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) y Aguas de Bogotá.
El director del Instituto, Richard Alberto Vargas, hizo un llamado a la ciudadanía para que tenga “máximo cuidado con el manejo de residuos sólidos en las vías públicas”.
Lady Ospina, gerente encargada de la EAAB, aseguró que en los dos primeros meses de este año se retiraron 12.000 toneladas de basura de los canales de aguas lluvias.
El mal manejo de las basuras no es el único factor que afecta a la ciudad en esta temporada. Para Julio César Pulido, ingeniero químico, exsubsecretario de Ambiente de Bogotá y consultor en temas ambientales, el endurecimiento de la ciudad y la invasión de rondas de ríos y canales no permite que las aguas fluyan de forma natural, ya que se está construyendo sin contemplar el proceso que debe hacer el agua para circular sin problema y, por lo tanto, considera que “hay que exigir en los desarrollos de ciudad que se haga un manejo de drenajes urbanos”.
La variabilidad climática hace que la crisis sea mucho más evidente, dice. “En barrios como Bosa, las alcantarillas se colman, se rebosan y no alcanzan a drenar el agua que está cayendo”, explica Pulido. También resulta preocupante el cruce de aguas fluviales con aguas negras, pues no permite diferenciarlas.
A ello se suma otro factor que incide en las inundaciones: el estado de las vías. Y Wilson González, empleado de un restaurante en la calle 98 con carrera 11, puede dar fe de ello. Su local está frente a un cráter lleno de agua.
Para él, el problema es que la vía está en mal estado, por lo que el agua se estanca allí y hace que sea muy difícil para los conductores de carros, motos o bicicletas, divisar la magnitud del hueco; esto ha ocasionado varios accidentes. Adicionalmente, la situación provoca malos olores y la presencia de parásitos y mosquitos.
“Antes de que se viniera el invierno, debieron mirar y arreglar todo. Ahora, cuando estamos con la lluvia, va a ser muy complicado arreglar la calle”, dijo González.
Teniendo en cuenta que quedan un poco más de dos meses de lluvias, el llamado de las autoridades es a vigilar que las basuras no obstruyan los drenajes.
La ciudad cuenta con un Plan de contingencia que trabaja por fortalecer las acciones de reducción y respuesta a las emergencias causadas por el cambio climático.
En todo caso, expertos consideran necesario que el Distrito trabaje en planes efectivos que no solo disminuyan el impacto de las fuertes lluvias, sino que sirvan para prevenir para la segunda época de lluvias y hacia el futuro.