Estamos mal con la solidaridad
● Ahora es muy difícil ver a las personas ayudando al prójimo, cediendo una silla para una persona con alguna limitación. Vemos ancianos caminando por las calles cargados de paquetes y nadie se acerca a ofrecerle un poco de su vitalidad para ayudarle. De igual forma ocurre con los accidentes, la gente se preocupa más por sacar su celular a tiempo y grabar, que por auxiliar a los heridos. ¿Es esta nuestra sociedad ideal? Donde nos solidarizamos con un millón de causas en las redes sociales, pero en la vida no somos capaces de desconectarnos por dos minutos y darle la mano al otro que la necesita. Vale la pena reflexionar.