EL APUNTE
● EN CUANTO llegó a la comisaría, el peor temor de Assange se hizo realidad: fue detenido una segunda vez “en nombre de las autoridades estadounidenses”, que habían mantenido silenciados hasta ahora los cargos contra él. En 2012, el experto dijo que las acusaciones en Suecia no eran más que un plan de EE.UU. para extraditarlo y juzgarlo por la publicación de los documentos, que pusieron a Washington en un aprieto. Su abogada británica, Jennifer Robison, “impugnará y luchará” contra la extradición.