Jornada de protestas
Sectores sociales convocan movilización nacional contra políticas de Duque
● Trabajadores, estudiantes e indígenas saldrán hoy a las calles de ciudades colombianas para protestar contra las políticas sociales y económicas del presidente Iván Duque, en lo que será la primera huelga nacional que enfrenta su Gobierno iniciado en agosto pasado.
Las centrales obreras convocaron a manifestarse por las principales calles y plazas de Colombia “por la paz y contra las políticas del Gobierno de Duque”. Los sindicatos afirman que el Plan Nacional de Desarrollo (PND), eje del Gobierno de Duque, que hace trámite en el Congreso, contiene políticas que "no corresponden con las necesidades de desarrollo" que necesita Colombia.
“En materia laboral, el PND aboga por la profundización de la flexibilización laboral; pretende legalizar la informalidad, dando un severo golpe al contrato laboral vigente en Colombia y la negociación colectiva”, detalló el Comando Nacional Unitario (CNU) en un comunicado.
El CNU está conformado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), las principales centrales obreras, así como por organizaciones El año pasado los indígenas también se unieron a las protestas que realizaron los estudiantes en defensa de la educación superior.
de jubilados.
Las asociaciones critican además los "constantes ataques" contra la paz por parte de los "sectores más retardatarios" y el asesinato de líderes sociales. “Por lo anterior, el Comando Nacional Unitario convoca a todos los trabajadores del país a participar activamente en las acciones de movilización y protesta que se programen en las diferentes ciudades
del país", añadió.
El de mañana será el primer paro nacional al que se enfrente Duque desde que asumió el cargo el 7 de agosto del año pasado, aunque profesores, estudiantes e indígenas ya han salido a las calles durante semanas para exigir más inversiones del Gobierno.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que durante casi un mes bloqueó el suroeste del
país en una protesta para exigir más atención del Gobierno, afirmó que irán hasta Popayán (Cauca), para "la defensa de la vida, el territorio, la democracia, la justicia y la paz".
“Una vez más saldremos a las calles a caminar (...) para seguir tejiendo pensamientos, luchas y resistencias entre pueblos indígenas, organizaciones campesinas y afros”, agregó el CRIC en un comunicado.
El Contralor Córdoba presentó un proyecto de ley reculador para restituirle el cogobierno a las Contralorías reviviendo el control previo del que gozaron hasta el 91. Su petición es la confirmación de que por todos los costados la Carta del 91 hace agua. Mientras más días, más estorba, hasta el punto de que ya estamos convencidos que es la causante de muchos de los problemas que sufre el país.
Esa Constitución, entre otros absurdos, empoderó a los indígenas, les dio tratamiento de ciudadanos especiales, les admitió normas judiciales paralelas o diferentes a las de los demás colombianos y les concedió tantas prebendas que ningún gobierno ha sido capaz de cumplirlas y cada tanto de tiempo tiene que enfrentarse al justo reclamo de quienes exhiben la Carta del 91 como mandato.
Esa Constitución generó la existencia de 5 cortes, la utilización de 7 instancias para terminar un juicio (como lo dijo Vargas Lleras), la existencia del embeleco del Consejo Nacional Electoral, y el enfrentamiento entre Fiscalía, Procuraduría y Contraloría para que muchas veces se metan cada uno por su cuenta a investigar lo mismo. Y, lo que es peor, la Carta del 91 impulsó el exceso de gasto público y los elevados costos para cumplir con sus mandatos no solo en Bogotá sino en todo el país manteniendo en déficit permanente al Tesoro Nacional.
Cada nuevo trauma que la Carta del 91 nos conlleva haría pensar a cualquiera que ha llegado la hora de hacer una Constitución más acorde a lo que somos: un país de regiones. Pero los que ordeñan al Estado le tienen pánico a una Constituyente y nadie la convoca de miedo a que les arrebaten la teta. Muchos, como el Contralor, prefieren recular.