Camilo, un jinete que no tiene límites
El jinete participa en diferentes eventos de índole nacional.
● Camilo Mancera tiene 18 años de edad y goza de reconocimiento y admiración en el ámbito ecuestre nacional. Lleva cuatro años tomando clases en la Escuela de Equitación Policial, donde se ha venido confirmando como un gran exponente, en lo que a salto se refiere, junto a su caballo Carrao.
“Me siento bien, me gusta ganar, aunque no siempre ocurre (...) A Carrao le doy panela al comienzo del entrenamiento y al final. Lo que practico es el salto, pero también el trote y el galope”, dijo este ferviente hincha de Santa Fe, admirador de Ómar Pérez y estudiante en Taller 5.
Camilo, quien tiene síndrome de down, sabe que en el deporte (al igual que en la vida) no siempre se gana, por eso durante estos años ha aprendido a levantarse tras cada caída, a fortalecerse, a tomar un nuevo impulso para seguir adelante. Ya tiene participaciones en más de 20 concursos ecuestres, pero cuenta con toda la categoría para ir por más retos, como lo aseguró su entrenador, Germán Chitiva.
“Es un orgullo poder trabajar con Camilo. Juntos llevamos dos años y es una satisfacción personal enseñarle. Él tiene un gran valor agregado como ser humano, se siente bien poder brindar a estos niños con capacidades diferentes una inclusión en el deporte ecuestre (...) Ha evolucionado de una forma maravillosa, se ha convertido en una persona noble, más tranquila. Además, tiene un amor inmenso por su caballo”, aseguró el patrullero.
Un ejemplo
Valeria Calderón, Valentina Rodríguez, Natali Morales y Camila Ojeda son las compañeras del bogotano en la escuela policial. Todas lo cuidan, están pendientes de su desempeño dentro y fuera de las pistas, algo que él retribuye con cariño y deseo de superación.
“Su evolución ha sido impresionante, era tímido y hoy es diferente. Al comienzo le daba miedo montar, que el caballo se moviera, pero ahora se tiene mucha más confianza”, dijo Camila.
Natali, por su parte, fue más allá y se refirió a lo que este jinete le ha aportado desde el punto de vista profesional y personal.
“Me enseña a no rendirme a pesar de cualquier circunstancia o caída. Algunos aseguran que no se pueden hacer las cosas, pero no hay obstáculos, bien o mal todos podemos, como Camilo mismo me lo dice”, aseveró.
El apoyo familiar ha sido clave para el desarrollo de este deportista, quien tiene su mente puesta en seguir los entrenamientos y prepararse de cara a las Olimpiadas Especiales Fides - Compensar (3 al 7 de junio) y a las demás competencias que hacen parte del calendario nacional.