La familia, eje del trabajo de Vilas
que es una especie de biopsia de sus sentimientos pero también de esa España que se creía de clase media y que un día descubre que es de clase baja, un país en el que es imposible quitarse “el olor a pobre”, como escribe en el libro.
La historia de su familia es la de miles de familias españolas, y Vilas atribuye esa alienación de clase a la complejidad del capitalismo, del que cree es imposible mantenerse al margen.
“Pensamos en un momento determinado de la historia en que la vida familiar y la vida privada eran una frontera para el capitalismo, que el capitalismo no entraba en la relación que tú tienes con tu padre o en la relación que tú tienes con tu mujer, o una mujer con su marido, que hasta allí el capitalismo no entraba. Pero eso es mentira”, consideró.
Por eso, ‘Ordesa’ fue una terapia para Vilas, y durante su escritura aprendió a “amarse a sí mismo” porque “en el momento en que te entiendes con tu soledad la vida es mejor, más vivible”.
Vilas menciona de manera velada en el libro algunos de los momentos más traumáticos de su vida, como su anterior alcoholismo o la infidelidad que precipitó su divorcio.