Parar la obesidad
Son muchas las consecuencias de la obesidad en la vida de una persona, de una comunidad y de todo un sistema de salud. Lo preocupante es que aún no se tomen medidas de fondo para hacer de la lucha contra una de las enfermedades de nuestro siglo, una verdadera tarea.
Los padres de familia, agremiados a través de la Red Papaz no se cansan de reiterar los llamados. Uno de los más recientes es a través del estudio ‘Actitudes, percepciones y comportamientos de la población colombiana frente al etiquetado frontal de productos ultraprocesados’.
De acuerdo con los resultados, gran parte de la población (el 94 %) percibe la obesidad como un grave problema y para el 99 %, la prevención de esta enfermedad se debe convertir en una prioridad, inclusive, si esto representa que el gobierno deba anteponer la salud a los intereses de la industria alimentaria.
Lo cierto es que las autoridades de salud del país están en mora de crear estrategias integrales que hagan de nuestros niños, personas saludables, sin obesidad y sin diabetes, algunos de los males que ya hoy aquejan a la infancia y que hasta hace algunos años, creíamos exclusivos de los adultos.
Lo peor es que, de no hacerse nada, lo más seguro es que en pocos años estemos asistiendo a una verdadera emergencia llena de jóvenes con enfermedades causadas por una mala alimentación. Una verdadera violación a un derecho tan fundamental como la salud.