La gente corriente de Martin Parr.
● El trabajo de Martin Parr, un ícono de la fotografía contemporánea, se puede ver en Bogotá gracias a la exposición temporal del Museo de Arte Miguel Urrutia (Mamu) que presenta por primera vez en la ciudad una exposición monográfica del fotógrafo británico.
Parr es considerado “uno de los cronistas más acertados de nuestra era”, según Thomas Weski, curador de la muestra Souvenir, la cual exhibe 169 imágenes organizadas en seis series que dan cuenta de la genialidad del fotógrafo para documentar la vida moderna y parodiar los clichés de las sociedades capitalistas.
Las fotografías de Parr, con sus colores estridentes y sus particulares encuadres, funcionan como los souvenirs (objetos que traemos como recuerdos de un viaje) de un mundo globalizado al que le resulta imposible ocultar las más exquisitas diferencias que caracterizan a cada cultura.
El trabajo de Parr con la cámara es uno de los fenómenos más vibrantes en la fotografía de los últimos cuarenta años, ya que documenta las formas de vida que han adoptado las sociedades, producto del capitalismo y de un proceso de modernización inacabado y ruinoso. Su maestría reside, precisamente, en su capacidad de captar la parodia que encarna la vida moderna.
Desde sus proyectos más tempranos, Parr evidenció estar al margen de las corrientes tradicionales de la fotografía de la primera década del siglo XX, por eso su entrada a la Agencia Magnum en 1989 (famosa agencia de fotografía que crearon, entre otros, Robert Capa y Henri Cartier-bresson) significó una especie de revolución en esta institución, al abrir las puertas a proyectos fotográficos más alineados con la cultura visual de la época.
“Hay algo en las fotografías de Martin Parr que de entrada genera un choque visual, pero que de inmediato seduce y encanta al espectador. Un bizcochuelo en primer plano luce bellamente desagradable, una señora inglesa tirada en la costa de Brighton tomando el Sol al lado de desperdicios de basura, un bebé metido en el carro de las compras como si fuera una mercancía más”, explica la curadora Érika Martínez Cuervo en la guía de estudio que acompaña la exposición.