Billie Eilish: pop en suspenso amarillo
Especial para ADN
● Irreverencia, oscuridad, ficción y realidad: así es Billie Eilish, la nueva figura del pop. Sus letras hablan sobre lo que se piensa.
Eilish es una versión de pop oscuro, una baraja de canciones del género de suspenso con sorpresas visuales e historias cotidianas donde predomina el color amarillo, su favorito.
Explosiva a nivel musical, la artista visual y compositora muestra su lado versátil en una licuadora de emociones apoyada en su hermano Finneas O’conell, quien hace de productor y compositor.
Nacida el 18 de diciembre de 2001 en Los Ángeles (EE. UU.), Desde sus primeros años estuvo relacionada con el mundo del espectáculo debido a que su madre es la actriz Maggie Baird y su padre es el músico y guionista Patrick O’connell. Sin embargo, Eilish se sale de los prototipos del pop comercial de Taylor Switf, Selena Gomez, Katy Perry o Gaga, al realizar composiciones musicales arriesgadas, frescas y sello propio.
Pareciera ser una antiheroína en la música, porque no le interesa mostrar su cuerpo y por eso viste con ropas anchas. Eilish no quieren que la observen como un símbolo sexual, sino como una cantante con la obsesión de explorar ruidos, sonidos y el control a los movimientos de su cuerpo. Eso último, porque, cuando era pequeña, fue diagnosticada con Sindrome de Tourette, pero ella supo revertirlo para volverlo una virtud al sentirse siempre diferente frente a otros niños.
Entre algunas de sus influencias musicales están: The Beatles, Green Day, Lana del Rey, Avril Lavigne, el R&B y particularmente, su afición al género del hip hop.
La joven artista se proyecta como un diamante en bruto para conquistar el mercado musical y ya cuenta en su palmarés con Discos de Oro y Platino por el número de ventas en varios países, más un álbum de estudio, dos EP, 17 sencillos y 13 videos. Entre su discografía se destacan canciones como: ‘Bored’, ‘Watch’, ‘Copycat’ y el fenómeno viral en internet ‘Bad Guy’.