Cambio cultural
No importa donde vivas, siempre hay algo qué hacer para ayudar a mejorar el medio ambiente. Lo primero es vivir sencillamente, la clave no está en el tener, sino en la forma de vivir, por eso podemos ayudar con pequeñas cosas que generan grandes transformaciones ambientales.
Desde el hogar se puede ahorrar agua siempre, no solo en escasez. También disminuir el consumo de energía en todo momento; generar menos residuos evitando que los rellenos sanitarios lleguen a su fin.
Existen otros hábitos personales como no utilizar pitillos o envases reciclables, reutilizando este material como elementos decorativos o diseñando nuevos productos; hay que evitar el uso de bolsas plásticas y cambiarlas por bolsas ecológicas. Minimizar el uso de productos químicos impactando menos la capa de ozono.
En el campo industrial son infinitas las oportunidades de aportar y ser productivos en la organización, por ejemplo frente al uso del plástico, entendiendo que este material es ideal para usos de largo plazo. Es clave reutilizar el papel y lograr la reducción de elementos desechables. Hay que reutilizar estos productos para el mismo fin u otro diferente.
Es vital regular el mercado y el consumo o los hábitos para volver a caminar o usar la bicicleta como medio de transporte. Un cambio ahora es clave para la sostenibilidad del planeta.