Eucaliptos y aguacates
Quienes han vivido cerca de sembrados de pino que cosecha Smurfit Kappa (antes Cartón Colombia) saben que la superficie de tierra que rodea cada árbol construye un bosque de soledades. Ni pájaros ni ninguna otra especie vegetal. Y quien ha visto crecer eucaliptos sabe que son árboles importados de Australia que secan cualquier pantano. Tienen una infinita capacidad de chuparse el agua. Ahora hay alboroto porque los chilenos demuestran que la siembra masiva de aguacate Hass requiere gran cantidad de agua y como debe sembrarse entre los 1.700 y los 2.200 metros, cerca de fuentes de agua, en más de un pueblo han puesto el grito en el cielo.
En el Valle del Cauca, donde el medio ambiente lo maneja la CVC, cuya junta directiva la preside la gobernadora Dilian, se acumulan los tres casos. El de los eucaliptos porque Smurfit pretende sembrar los alrededores de la cuenca de la laguna Cantarrana y de los afluentes del río Cuancua en los municipios de Riofrío y Trujillo, de donde se sirve el acueducto para 30 mil habitantes, de la primera de esas poblaciones y paralelamente las veredas Cascajal y Madrigal. El de los pinos porque ha crecido la afectación en el corregimiento de Fenicia arrebatándoles cada vez más agua. Y ahora se prenden las alarmas en Versalles, porque van a sembrar aguacate en las laderas de los afluentes de donde se toma el agua para el acueducto.
Como los cuentos ‘chimbos’ de apoyo a la comunidad que echan los de Smurfit Kappa y la CVC son igualiticos y como a la multinacional no la para ni la protesta de los concejos ni la Procuraduría Ambiental, a la gobernadora se le va a crecer el volcán en año electoral.