En Colombia solo había 12 casos
● Uno de los casos emblemáticos de apatridia en el país, previo a la migración venezolana, corresponde a un saudí que era parte de una minoría étnica. Este creció en su país en situación de calle y jamás conoció a sus padres.
Según reportó, no tuvo registro civil; de hecho, no sabe a ciencia cierta cuántos años tiene. Pasó su infancia desescolarizado y al crecer trabajó pero con documentos piratas.
También con papeles falsos ingresó a Ecuador, donde no le exigían visa para entrar; allá conoció a una persona colombiana y decidió venirse con ella.
Y como él, la constante en los otros 11 casos que han existido es que no tenían pasaporte ni otro documento que prueben dónde nacieron.
No obstante, estos datos tienen más un carácter histórico, desde el tiempo en que existía el DAS, sin que exista un seguimiento de qué ha pasado con sus protagonistas, según le dijeron a ADN fuentes consultadas, excepto el caso del saudí, del cual se sabe que aún sigue en el país.
“Suelen ser personas que emigran por condiciones políticas de su país que les generan discriminación y aunque las autoridades no las persiguen por principio, simplemente les niegan el derecho a trabajar y acceder a servicios como salud y educación”, explica una fuente ligada a un organismo humanitario.
En otras ocasiones salen cuando la situación se torna más delicada por un cambio de régimen o por la escisión del territorio de un país.