Consumo de tabaco toma otras formas
TECNOLOGÍA LO CAMBIÓ, AHORA URGE QUE SE DEFINAN SUS REGLAS.
● Un día antes de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) diera su visto, con restricciones, a venta en el país del sistema de tabaco calentado para población exclusivamente adulta, en Washington hubo un debate crucial.
Una veintena de médicos, expertos en legislación, abogados e investigadores analizaron frente a unos 200 asistentes los pro y los contra de lo que la industria tabacalera llama productos de riesgo reducido, una forma de ‘cigarrillos’ desarrollada por la tecnología que transformó a los tradicionales de tabaco de combustión, responsable en buena parte de la muerte de 8,2 millones de personas en el mundo.
La moderna gama ofrece productos desde tabaco calentado eléctricamente, sin tabaco o la administración de nicotina vaporizada (vapeo) con sabores.
Para la industria y defensores de productos sin humo (e-cigarrillos), su toxicidad es reducida, 95 % menos que el cigarrillo común, dice la tabacalera Philip Morris Internacional (PMI), que ha invertido unos 6.000 millones de dólares en investigación en busca de nuevos sistemas para fumado sin combustión, con menos riesgo para los fumadores y abanderada en el tema.
El debate abarcó desde si estos productos podrían ayudar a dejar de fumar o reducir el tabaquismo, si lo incrementan, la exposición de la juventud, la incertidumbre sobre sus efectos en la salud... Pero también el ‘E-cigarette Summit Ciencia, Regulacion y Salud Public’, en Washington, dejó en el ambiente inquietudes sobre su regulación y los enfoques que debe tener.
Hay coincidencia en que es un tema clave para la salud pública, que es importante un enfoque en la reducción del daño, que se debe evaluar si se fija los 21 años (al menos en EE. UU.) como edad para su uso, pero no la hay frente a si se les debe considerar o no cigarrillo.
Para Clive Bates, director de Conterfactual Consulting, “en salud pública debemos estar enfocados en reducir el daño y evitar políticas que puedan incrementar los fumadores tradicionales de tabaco”.
“La regulación de e-cigarettes puede generar consecuencias insospechadas para la protección del comercio de cigarrillos, al hacer más difícil y costoso persuadir a los jóvenes y a quienes se puedan sumar o a quienes puedan dejar el cigarrillo”, dice.
Davis Levy, PHD y profesor de oncología del Lombardl Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Georgetown, piensa que “muchos de los problemas están en creer que la industria de ‘vaping’ es como la de cigarrillos o que lo será”. Y Cheryl Healton, Dr PH y decano y profesor de NYU Colegio de Salud Pública, cree que “debemos pensar en el billón de vidas que se pueden salvar con una regulación que da alternativas”.
Como sea, lo claro y urgente es que se requiere una regulación adecuada.
*Invitación de PMI