Los aplastados
En un acto para ganar imagen ante la masa de padres, el binomio Duque/uribe, envuelto en la bandera de la defensa de los derechos de los niños, asumió el papel de contradictor de la Corte Constitucional. El presidente, en rabioso populismo y apelando a la presunta superioridad del artículo 44 de la Carta, y el expresidente, separando la subjetividad de los magistrados de la constitucionalidad del fallo, seguirán exigiendo a la Policía que sancione a quien en espacio público porte alucinógenos, aunque no dicen nada sobre si los uniformados continuarán persiguiendo a quienes beban cerveza en los andenes de las tiendas de barrio o sus güaros en los parques públicos. No creo que en Colombia exista más de un millón de fumadores de marihuana, es decir el 2,5% de la población según el Dane. Aplastarlos con la venia del respetable es más fácil que matar un toro en la plaza. Pero les da a Uribe/duque un aire de popularidad en medio del desprestigio porque cuentan con una ventaja: los marihuaneros no van a unir voluntades en contra del gobernante que hace ‘chancuco’ a la Constitución y a la Corte. Si algo resigna el que fuma marihuana es su voluntad. Nadie más dócil que un marihuanero. El precedente que se sienta es muy delicado, no solo porque Presidente y Senador incitan a desobedecer a la Corte Constitucional y llevan a la Policía a descuidar otras funciones vitales por satisfacer su capricho, sino porque ambos parecen haber encontrado la forma de reemplazar los fallos. De esa manera pueden estarse ideando la forma de volver trizas la paz y, contando con el aplauso del respetable, usando la vía interpretativa, revivir las objeciones a la JEP.