Cosmopolita
Tengo una amiga, Paula Carrillo, quien a sus escasos 31 años ha ido a más de treinta países tan distintos entre sí como Rusia, Birmania, Senegal o Guatemala. Esta mochilera experta cualquier día me llama desde Vietnam a contarme que comió culebra asada con ensalada de papaya verde, o desde Bolivia para describirme los increíbles colores del Salar de Uyuni. Ha acumulado experiencias tan increíbles que decidió compartirlas en redes sociales bajo el seudónimo de ‘Vieja que viaja’.
Conocer tantos lugares, credos, costumbres, razas y oficios le ha enseñado a valorar la diversidad humana a la par que a afirmarse en su propia singularidad. Paula es cosmopolita, palabra de origen griego que designa a las personas que trascienden los límites geográficos y mentales de los patriotismos exagerados. Esos mismos que justifican odios, guerras e invasiones. En vez de ello, las y los cosmopolitas, también llamados ciudadanos del mundo, me hacen pensar en la canción Imagine de John Lennon. Esa que nos propone que no tengamos razones para matar o morir. Que no haya posesiones, religiones (impositivas) o codicia, sino una inmensa hermandad planetaria.
Pero mientras tanto, aquí en Colombia cada vez estamos más cerrados al orbe. Mirándonos el ombligo. Retrocediendo a las cavernas del prejuicio y la estigmatización. La nación democrática, participativa y pluralista sólo está quedando en el papel. Instagram: palomabahamon