A punta de trabajo
La última semana no he dejado de sentir emoción pura y mucho orgullo. La razón han sido las mujeres protagonistas en el deporte que siguen demostrando que los espacios que se han ganado lentamente siempre los han merecido.
La bicicrosista Mariana Pajón, por ejemplo, volvió a sorprender y alegrar a los colombianos al ganar el oro en BMX en los Juegos Panamericanos que se celebraron en Lima, Perú.
A ella se sumó el aguerrido equipo femenino de fútbol que, en la definición por penales, le ganó la final de las justas a Argentina y nos demostró una vez más que merece nuestro apoyo.
Y qué decir de las jugadoras del equipo de voleibol que, con una muestra impecable de disciplina, concentración, trabajo conjunto y esfuerzo, lograron derrotar a Brasil, pasar a la final y quedarse con una medalla de plata inédita para el país.
En el plano internacional también hay razones de sobra para alegrarse, pues la francesa Stéphanie Frappart –asistida por Manuela Nicolosi, de Francia, y Michelle O’neill, de Irlanda– hizo historia ayer al convertirse en la primera mujer árbitra en un partido masculino de élite, tras pitar la final de la Supercopa de Europa entre el Chelsea y el Liverpool.
Ojalá sea más pronto que tarde que el desempeño de las mujeres en el deporte gane más reconocimiento y protagonismo, pues si algo han sabido hacer ellas ha sido derribar barreras a punta de trabajo.