Hogares en zonas seguras
Más de 100.000 bogotanos se vieron beneficiados con acción de la Caja de la Vivienda Popular.
Bajo el liderazgo del alcalde Enrique Peñalosa, ciudadanos de estratos 1 y 2 formalizaron la propiedad con títulos de sus predios, se salvaron del peligro en el que vivían y hoy residen en lugares seguros. Otros más gozan de espacios dignos en sus barrios.
Los cuatro años de gobierno del alcalde Enrique Peñalosa le permitieron a la Caja de la Vivienda Popular consolidar sus objetivos principales en Bogotá: salvar vidas, dignificar los estratos menos favorecidos, generar una mejor calidad de vida y garantizar la tranquilidad de tener un predio legalizado.
Más de 100.000 bogotanos de estratos 1 y 2 fueron los protagonistas de esta transformación, ciudadanos felices que obtuvieron un patrimonio, se mueven por mejores vías, viven bajo un techo seguro y construyen bajo la legalidad.
De ellos, 13.000 ciudadanos están hoy seguros gracias al programa de reasentamientos humanos de la Caja de la Vivienda Popular, hogares que vivían en zonas de laderas, quebradas, sobre deslizamientos, en zonas de hacinamiento y que, después de cumplir los requisitos, garantizaron un hogar de su propiedad.
El director de la Caja de la Vivienda Popular, Lino Roberto Pombo, destacó 3 importantes reasentamientos exitosos durante la segunda era de Peñalosa en el Distrito: Palmitas y Vereditas, en Kennedy; y Caracolí, en Ciudad Bolívar. “De Palmitas, por ejemplo, 600 ciudadanos que vivían en una invasión, con problemas de salubridad y riesgos de seguridad, salieron del predio y viven en mejores condiciones en sus propios hogares. La Alcaldía de Bogotá les entregó un valor único de reconocimiento que les permitió comprar vivienda. “6.700 millones garantizaron esta reubicación exitosa”, explicó Pombo.
En Caracolí, Ciudad Bolívar, 2.000 ciudadanos pertenecientes a 526 familias se acogieron a los beneficios del Distrito, entregaron su predio en la invasión y algunos viven en relocalización transitoria (pago temporal de arriendo mientras escogen una vivienda definitiva), o ya residen en sus propios apartamentos.
“En Kennedy, en Vereditas, avanzamos en un 70 por ciento en el proceso de reubicación porque por allí, donde viven estas familias que ocuparon indebidamente el predio hace más de cinco años, se construirá la ALO”, agregó Pombo.
En mejoramiento de barrios, la Caja de la Vivienda Popular batió record en el número de beneficiarios: 70.000 bogotanos de 75 barrios y 9 localidades transitan de manera segura gracias a 330 intervenciones (vías, andenes, rampas, escaleras, estudios y diseños y reparaciones locativas a salones comunales).
Más de 40.000 millones de pesos permitieron que los ciudadanos de a pie pasaran de transitar del barro en época de invierno a tramos pavimentados, con espacios dignos para ciudadanos en condición de discapacidad, adultos mayores y niños, agregó Pombo.
De otro lado, 17.000 ciudadanos duermen tranquilos porque gracias a la Caja de la Vivienda Popular obtuvieron 4.554 títulos de propiedad de sus viviendas, lo que les permitió asegurar un patrimonio, adelantar créditos bancarios, postularse a subsidios del Estado y lo más importante: descansar porque ninguna autoridad podrá desalojarlos del espacio que hoy pueden nombrar como suyo.