¿Represión o sordera?
Ante el paro de mañana vale la pena preguntarse si las medidas adoptadas por el gobernante hacen parte de un sesudo plan de prevención para el caso de que las cosas se vuelvan como en Chile o es más bien una forma de camuflar la sordera que tiene el Ejecutivo frente a la verdadera razón del paro. Porque no nos metamos mentiras. Este paro se ha crecido no porque las razones, falsas o ciertas, expuestas por los organizadores hayan sido debatidas o refutadas o desconocidas. No. Este paro es contra Duque. Es un paro contra su sordera ante lo que el país le grita. Es un paro ante su desgobierno. Un grito ante su desidia frente a los problemas que el colombiano común ve que los dejan crecer pendejamente. Por eso se ha crecido y se ha vuelto unánime. Que haya llegado hasta allá ha sido posible además porque el expresidente Uribe, al tratar de defender a su pupilo ha vuelto a equivocarse como lo hizo con el recién electo alcalde de Medellín, a quien estigmatizó como castrochavista y los electores que no lo conocían fueron a buscarlo a las redes y no le vieron por ninguna parte ni su amistad con Petro ni su valía procubana. Con esa persecución tenía que ganar. Ahora Uribe sale a estigmatizar el paro como expresión de un tal Foro de Sao Paulo que dizque entronizado a la izquierda en el continente y con ello pretende camuflar el grito herido de una nación que lo que quiere decir mañana es que el presidente que escogió Uribe resultó muy, pero muy malito. El resto son arandelas... El paro es una petición para que cambie su forma de gobernar, para que no insista en comunicarse con sus conciudadanos usando frases libreteadas. Pero parecería que no entienden y prefieren llenarse de pánico, tomar medidas represivas por adelantado y machaconamente negarse a establecer el canal del diálogo y la concertación, que todo lo puede arreglar. gardeazabal@eljodario.co