Seremos los primeros
En las mediciones de movilidad, Bogotá cada vez sube a los primeros lugares de las listas de los peores sitios para conducir. No deja de preocupar que en el más reciente rankin de la web española Mister Auto, la ciudad quedó en los primeros lugares, después de Mumbai y Calcuta (India), Ulán Bator (Mongolia), Lagos (Nigeria) y Karachi (Pakistán). Es decir, somos los primeros de América por mala movilidad. De acuerdo con la medición, el lío no está solo en la congestión vehicular, la infraestructura, los altos costos de parqueo o de combustibles, sino en la agresividad de los conductores. En fin, el panorama no es para nada alentador.
Tal vez, una de las explicaciones está en los recientes resultados de la Encuesta de percepción ciudadana de Bogotá cómo vamos. Y es que ante la mala calidad del servicio público de transporte, los capitalinos se han pasado más al carro y a la bicicleta. Mientras en el primer caso pasó del 11 % al 14 % entre 2016 y 2019, en el segundo creció del 8 % al 11 %. Pero, además, sorprende que cada vez hay más insatisfacción con el uso del servicio público de transporte, y se valora más el uso del auto particular que pasó del 65 % al 83 %. Las consecuencias de este traslado de usuarios las vivimos a diario. Nuestra calidad de vida se deteriora por traslados dos, tres y hasta cuatro veces más largos de los habitual, por la mala calidad del aire y la intranquilidad que genera tanta agresividad de los demás conductores.
No por suerte, el mejoramiento de la movilidad en la ciudad es uno de los pedidos más recurrentes a las autoridades y, especialmente, a la nueva alcaldesa. Todos pedimos medidas reales, con efectos tangibles en la calidad de vida de todos y no más restricciones y sobrecostos.