Época de reconciliación
Navidad es una época especial, no solo por los trancones, las aglomeraciones del comercio, los villancicos y las luces, sino también por hechos llenos de magia: las familias se reúnen, los vecinos se saludan y hay mejor ambiente: más abrazos, saludos, optimismo y, en general, se comparte, muchas veces con quienes fuimos distantes.
Los rituales de época deben extrapolarse a las realidades del país, que, al igual que en las familias, pide reconciliación, buenos deseos y alegría colectiva. Quiero invitarlos a que, como país y como miembros de la comunidad, nos reconciliemos con la policía, pues no podemos terminar el año exacerbando esa actitud de disputa y distanciamiento que se ha generado. La razón de ser del policía es cuidar a la ciudadanía y esta última debe ser la primera en respetar, respaldar y acatar la autoridad, reconociendo su rol como garante del orden.
Es fácil escuchar voces que recriminan la actitud de ambas partes: “que la policía atropella al pueblo” o que “algunos optan por la anarquía y el irrespeto a la autoridad y el orden”. Aunque hay algo de razón en ambos argumentos, el punto es que debemos aprovechar la época para reconocer en vez de recriminar, con la esperanza que el 2020 nos permita lograr un mejor país para todos.
Que sea Navidad el momento para agradecer y reconocer cosas positivas, también espero que en 2020 podamos implementar cambios que permitan resolver las diferencias y crecer como sociedad. Por último, que estas fechas nos conecten y nos permitan ver en el otro a mi igual.