Francisco sigue con su sueño olímpico
EL ANTIOQUEÑO ESPERA SUBIR AL PODIO EN LOS PRÓXIMOS JUEGOS OLÍMPICOS.
Una de las alegrías que tuvo el deporte colombiano el año anterior fue la consecución de medallas de plata (envión) y bronce (total), por parte de Francisco Mosquera, en el Mundial de Pesas que se disputó en Tailandia.
Para este 2020 su objetivo estaba puesto en otro podio, el Olímpico, algo que deberá esperar un año más después de que los juegos fueran aplazados. Él está enfocado en su meta, por eso se exige al máximo en cada entrenamiento.
¿Cómo ha vivido este periodo de cuarentena?
En medio de todo lo que está sucediendo han sido días buenos, con más pros que contras. Tiene cosas a favor como estar en casa con la familia, con mi hijo, con mi mujer, pero lo malo es que no puedo entrenar igual a como se hace en una concentración.
¿Cómo entrena?
Lo hago en mi casa, abro espacio al lado del chifonier y trato de hacerlo lo más técnico posible para no saltar tanto ya que estoy en un segundo piso. Manejo las cargas que el profesor (Oswaldo Pinilla) me envía, siempre tratando de hacer más fortalecimiento que peso.
¿Qué han dicho sus compañeros de esta situación?
¡Claro que hablamos! Están en la misma situación, entrenando en casa, aunque algunos tienen inconvenientes porque es sus regionales no les han prestado la implementación. Gracias a Dios los que podemos lo realizamos acatando las órdenes de los entrenadores.
¿Cómo trabaja el aspecto mental?
Es fuerte porque al estar en concentración todo es entrenamiento, estar calmado. Gracias a Dios está el Ministerio del Deporte, el cual está al día con nosotros y hace que en la parte económica estemos tranquilos. Permanecer en casa ha permitido ponerme en los zapatos de mi mujer, comprenderla. No mezclo el entrenamiento con los quehaceres del hogar.
¿Qué piensa acerca del aplazamiento de los Juegos Olímpicos?
El objetivo sigue siendo el podio olímpico, no ha cambiado, solo se postergó. El aplazamiento fue algo acertado porque lo que debe primar es la vida. Como deportistas de alto rendimiento pensamos que de qué sirve ir a levantar pesas si uno se va a morir o si la gente que va a vernos va a perder la vida. Es mejor estar bien, esperar a que las cosas se den y seguir entrenando, no dejar de soñar y pedir a Dios que esto mejore.
¿Qué tanto ha cambiado su vida después de las medallas conseguidas en el Mundial?
Ha cambiado mucho. Hay proyectos que se cumplen, como por ejemplo el finalizar la construcción de la casa de mi madre. Ahora me siento más libre para poder conseguir la de mi hijo. En cuanto al deporte, lo miran a uno con más respeto, como un rival fuerte.