Lecciones del 2020
Un escenario de crisis es el estado ideal para replantear, reformular y reconstruir desde la base del aprendizaje.
A raíz de la pandemia, Bogotá tiene la oportunidad de diseñar una hoja de ruta que promueva mejores oportunidades, así como impulsar una agenda de desarrollo urbano sostenible con participación ciudadana como eje transversal en cualquier visión de futuro. No olvidemos que esta crisis sanitaria fue el catalizador de una crisis social, económica y urbana.
En el ámbito público las lecciones son la importancia del trabajo multiactor y un abordaje integral de las problemáticas, dejando atrás dicotomías como salud versus economía o sostenibilidad. Igualmente, que la voluntad política es esencial para romper barreras burocráticas e individualismos institucionales. Por ejemplo, debido a la pandemia se realizaron giros por el Programa de Renta Básica a 670 mil hogares hasta septiembre, algo que no hubiera sucedido sin el estado de emergencia social.
Finalmente, uno de los principales aprendizajes que dejó la pandemia es que una ciudadanía informada, cohesionada y con confianza es un pilar fundamental para promover gobiernos más eficientes y generar comportamientos que permitan crear un ambiente propicio para enfrentar situaciones, como lo es una crisis sanitaria. Como sociedad tenemos el deber de incorporar este aprendizaje para las próximas adversidades, donde la ciudadanía debe ser el actor principal para promover soluciones, precauciones y una cultura de colaboración para las futuras generaciones.