El año que concentró el ocio en televisión
EL 202 es un año en el que casi toda nuestra vida ha ocurrido a través de una pantalla que lo mismo se convirtió en sala de reuniones, gimnasio o en lugar de encuentro con amigos, el ‘streaming’, esa forma de ver la televisión cuándo y cómo queremos, ha conquistado los momentos de entretenimiento.
Internet nunca se colapsó (al menos no del todo), mientras el resto del mundo lo hacía. No se trató exclusivamente de los atracones de series. Sin música en directo, ni cines, ni discotecas, la retransmisión por internet fue fundamental tanto para el inexplicable fenómeno de Tiger King como para la estrella pop del año, Dua Lipa, e incluso para las eucaristías del papa Francisco.
La nueva normalidad vino con ‘play’, pausa y una barra de carga que en primavera, en los momentos más duros del confinamiento, llegó a saturarse tanto -un incremento del 60 % según la consultora Nielsen- que hasta la UE pidió a las compañías que bajaran la calidad para evitar que se congestionara la red.
Durante los primeros cuatro meses del año, Netflix sumó 16 millones de usuarios. Cierra 2020 con casi 200 millones de suscriptores. Números apabullantes para la plataforma que estrenó su primera serie original en 2013. Pero solo así se explica el éxito global que logró en marzo una serie sobre coleccionistas de felinos, ‘Tiger King’, cuando 64 millones de personas vieron sus excentricidades.