Las razones equivocadas

Estoy estrenando bicicleta. Está tremenda. No es una tope de gama; por el contrario, es de gama baja, pero es justo lo que quería. Es una gravel, es decir, sirve para rodar en carretera y en destapado. Estaba buscando una ‘burrita' sencilla y económica (aclaro que eso ya casi no existe).

Lo hice, pues, cada vez que salgo a mi negocio o monto solo lo hago con más miedo debido al aumento en los robos de ciclas y la inseguridad. ¿Ustedes creen que uno debería comprar las cosas pensando en que se las van a robar? Yo la verdad creo que no. Cada quien es libre de tener lo que quiera o pueda sin pensar en que se lo vayan a quitar. Es como comprar algo que ya está perdido. Si lo analizamos, compré una bici por las razones equivocadas.

No poder rodar con tranquilidad en una ciudad con intenciones de ser relevante en el escenario del ciclismo urbano no solo es un sin sentido, sino que es muy costoso. Sumando robos y compras preventivas, los ciudadanos nos estamos gastando mucho dinero en un medio de transporte que debería ser económico. Esto hace que el uso de la bicicleta pierda lo que había ganado en su proceso de democratización. Esto es una canallada con quienes dependen de las ventajas de movilizarse en un medio de transporte alternativo.

Si no se controla el hurto de bicicletas. El exceso de violencia en este tipo de hechos genera miedo pero también ira. Y una sociedad que vive entre el miedo y la ira es una bomba de tiempo. No esperemos a que sucedan más tragedias.