Rostros jóvenes del gran descontento
TRISTEZA, POBREZA Y DESCONFIANZA, EL SELLO DE LAS PROTESTAS.
Van 20 días de protestas y las calles siguen ardiendo. Al frente marcha una juventud diagnosticada de tristeza, con la confianza rota en las instituciones y empobrecida por la pandemia. Las protestas, si bien derrotaron la reforma tributaria, destaparon un descontento aún más profundo. La pandemia, que hundió en la pobreza al 42,5% de la población, gravita en esta crisis. El 27,7% de los colombianos entre los 14 y 28 años no estudia ni trabaja, según el Dane. Estas son sus rostros
Juan Esteban Murillo, estudiante de Educación Física con gorro de lana y la bandera colombiana a las espaldas, está de vuelta en las calles de Medellín con megáfono en mano: “La población afrodescendiente aquí en Colombia viene con una lucha continua contra el racismo”. También denuncia el estigma y la violencia oficial contra los negros, y la “baja calidad” de la universidad pública.
“Yo sigo siendo una rebelde con causa. Ya no tengo un fusil, pero tengo esta máquina”, dice la exguerrillera Alexa Rochi en Bogotá y enseña su cámara fotográfica. De sus 30 años, más de una década la pasó en las filas de las FARC. Desde que firmó la paz dejó el registro de la guerra, se hizo feminista y trabaja con el Senado y un colectivo de mujeres. “La educación aquí es un negocio, la salud es un negocio”, denuncia. Clama por un nuevo país “donde pensar diferente no cueste la vida”, las mujeres vivan “sin miedo” y no caigan más excombatientes, poues ya son 272 firmantes de paz asesinados en 5 años.
Bastón en alto, Abner Mauricio Bisus canta “resistencia" en medio de una manifestación en Cali. Tiene 27 años, es autoridad en su pueblo y parte de la guardia indígena que protege a las comunidades originarias. “Estoy protestando (...) en contra de la violencia que ha aumentado especialmente en territorios indígenas”, lamenta el joven que usa su gorra con la viscera hacia atrás y lleva una pañoleta verdirroja amarrada al cuello.