Alternativas para la salud
Varios de los indicadores trazadores en salud, a cierre del 2020, presentaron un retroceso pidiendo volver a la conversación estratégica sobre una de las dimensiones esenciales de la calidad de vida.
Comparado con 2019, la mortalidad materna aumentó 44,8%; pasó de 20,1 gestantes fallecidas por cada 100 mil nacidos vivos (N.V.) a 29,1. Por otro lado, el porcentaje de niños y niñas de 1 año con vacunación tripe viral pasó de 92,6% a 84,7%.
La desnutrición global en menores de 5 años aumentó de 6,3% a 7,5%; y la incidencia de sífilis congénita registró 1,6 casos por 1.000 N.V. Estos indicadores son un llamado a construir una nueva hoja de ruta para la salud pública en Bogotá.
En este sentido, es importante trazar nuevas metas en los principales indicadores que respondan a las problemáticas generadas por la crisis, las cuales deberían estar, directa e integralmente, relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También es necesario fortalecer el modelo de salud desde el enfoque de los determinantes sociales y económicos; y, procurar por una coordinación interinstitucional y territorial para atender de forma diferenciada la diversidad de problemáticas.
Finalmente, también se puede involucrar a la ciudadanía en los problemas de salud pública desde sus necesidades, demandas y hasta las soluciones; como es el caso del enfoque comunitario, así como también aprovechar las TICS para reducir asimetrías de información, brindar soporte a las decisiones de política pública y ampliar la oferta de soluciones para las personas.
*Director del programa Bogotá Cómo Vamos