China, atenta a elefantes
Han perdido su hábitat y llegan a las aldeas.
Encontrarse de frente con un elefante salvaje se está volviendo habitual para algunos aldeanos en China, donde el aumento de ejemplares y la reducción de su hábitat implica una convivencia a veces complicada con los humanos.
Actualmente, China se apasiona por los paquidermos por la increíble travesía que están llevando cabo 14 de estos animales, que el año pasado partieron de su reserva en el sureste tropical rumbo norte.
Seguida a diario por las cámaras de televisión, esta misteriosa trashumancia destroza explotaciones agrícolas y da escalofríos a las autoridades, preocupadas por la seguridad de sus pobladores. Casi todos los elefantes asiáticos presentes en China se encuentran en la prefectura de Xishuangbanna (suroeste), un territorio tropical poblado por minorías étnicas y ubicado en las fronteras de Birmania y Laos.
En su juventud, Ma Mingliang, el alcalde de la aldea local de Xiangyanqing, no había visto casi nunca paquidermos salvajes. Hoy, el concejal de 42 años, ayuda a sus habitantes a refugiarse, ya que son tantos que se han convertido en un peligro. Las casas de la comuna están construidas sobre una colina salpicada de paneles que preconizan la "armonía hombre-elefante" y una valla de acero que separa la aldea de la jungla adyacente. Pero los paquidermos hambrientos logran entrar regularmente en el pueblo, del que generalmente no salen hasta después de haber asaltado jardines y huertas.