Yesenia sigue apuntando al oro
LA DEPORTISTA NACIONAL HIZO EN SU SEXTO LANZAMIENTO 36 METROS Y 11 CENTÍMETROS, LO QUE LE VALIÓ PRESEA DE BRONCE.
Yesenia Restrepo nació en Medellín. Allí pasó la mayor parte de su vida teniendo una niñez y una adolescencia normales. Sin embargo, en 2005 un fuerte dolor de cabeza la obligó a ir al médico.
“El diagnóstico fue muerte de los nervios ópticos y así adquirí mi discapacidad visual”, dijo al Comité Paralímpico Colombiano (CPC) la medallista en los Paralímpicos Tokio 2020.
Dos años después se fue a Itagüí, donde comenzó su proceso de rehabilitación y no solo conoció el deporte, sino el amor.
Su inicio en el paralimpismo fue gracias a Joe González, quien la invitó a practicar alguna disciplina deportiva. Primero estuvo en natación, pero fue el atletismo el que la cautivó.
“Yo hacía 100, 200 y 400 metros. Un día mi entrenadora me sacó del 200 y me metió en impulsión de bala. Estaba impactada y le dije que tenía la medalla fija en 100 y 200. Su reacción fue decirme que ya no podía hacer nada y que sí o sí tenía que lanzar bala”, aseguró.
Grandes avances
Su primer Mundial fue en 2011 en Nueva Zelanda, donde clasificó a los Paralímpicos Londres 2012, certamen donde por tres faltas quedó eliminada.
En 2013 cambio de entrenador. Él, notando que la para atleta estaba desmotivada, le propuso intentarlo con el disco. Yesenia no estaba convencida, pero hizo caso. Ahí nació un gusto que le hizo olvidar la pista para trasladarse a las pruebas de fuerza. Eso sí, antes obtuvo bronce en los relevos 4×100 metros en los Paralímpicos Río 2016.
Hoy es campeona para nacional en lanzamiento de disco, bala y jabalina. Ha sido medalla de bronce en el Mundial de Para atletismo, también en los Parapanamericanos en la impulsión de bala. Asimismo, en disco fue plata en los Parapanamericanos.
Luis Esteban Aguirre es sus ojos y su mano derecha mientras compite. Comenzó entrenándola en la selección Antioquia, fue quien la impulsó a probar otros lanzamientos.
“Mi discapacidad requiere de mucha seguridad a la hora de que me ubiquen en el foso, porque la persona tiene que ubicarme de tal manera que el elemento caiga en el centro. Yo lanzo segura porque sé que él está mirando los ángulos y sabe cómo voy a lanzar”, dijo.
La antioqueña llegó confiada a Tokio, admitiendo que la pandemia no la afectó tanto como pensó que iba a suceder. Ahora, luego de tres participaciones en los Paralímpicos, Yesenia tiene en su poder una segunda medalla de bronce.
A sus 39 años, las justas le dieron la motivación para creer que su proceso seguirá y que el sueño del oro no está perdido.