Algunos vacíos en región metropolitana
PROYECTO DE LEY ORGÁNICA FUE RADICADO CON MENSAJE DE URGENCIA.
Materialización del proyecto se acerca pero expertos señalan lo que causa duda.
La conformación de una Región Metropolitana que una a Bogotá con los municipios de Cundinamarca no es una búsqueda nueva, sin embargo parece que su materialización se aproxima.
“Este es un hecho político enorme porque se ha buscado por más de 30 años. En materia de transporte, de seguridad, será muy beneficioso”, aseguró Julián Espinosa, presidente de la bancada de Integración Regional del Concejo de Bogotá, que contribuyó con la formulación de la ley.
Y es que dentro de lo que se destaca del proyecto de Ley Orgánica No. 152 de 2021 es la integración en el sistema de transporte público pues así un habitante de Madrid, o Zipaquirá podría llegar a la capital por medio de un Regiotram, e ingresar a la línea de Metro y a las troncales de Transmilenio.
Para Espinosa el tema de la seguridad se podría combatir de forma más efectiva en zonas borde, evitando lo que ocurre hoy en límites entre Soacha y Bogotá, donde solo calles separan la jurisdicción de la Policía de Soacha y la Policía Metropolitana.
Los grandes ‘peros’
El director de Futuros Urbanos, Omar Oróstegui, señala varios aspectos que, en su opinión, se quedaron cortos en el documento.
“Las decisiones estratégicas las concentran Bogotá y Cundinamarca, lo que les quita autonomía a los entes territoriales”, explicó.
Esto en referencia a que el Plan Director de la Región Metropolitana puede estar por encima de los Planes de Ordenamiento Territorial y de los Planes de Desarrollo de cada municipio.
Además, Orostegui es crítico ante la ausencia de una nueva figura para el hecho metropolitano ambiental, que se mantendría bajo la figura de la CAR.
“Tampoco sabemos qué entes de control vigilarán los recursos, ¿la Contraloría de Bogotá, de Cundinamarca o la Nacional? ¿Qué pasa si un municipio no tiene cómo pagar, o si decide salirse? ¿Cuál es el límite geográfico?”, cuestiona.
Sobre la falta de claridad del perímetro, el concejal Carlos Carrillo ha expresado su rechazo.
“La asociatividad es necesaria y hay que desarrollarla, pero no de forma mediocre. No se sabe el perímetro, ni quienes van a entrar”, señaló.
El cabildante tilda el proyecto como un retroceso de la democracia participativa hacia la representativa.
LAS REGLAS FINALES DE ESTA FIGURA
SE DISCUTIRÁN EN EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA.