Pobreza e Internet
¿Qué el pobre es pobre porque quiere? Me indigna esta falacia del positivismo tóxico que cada vez se populariza más por el confort de quienes buscan verdades de Perogrullo.
Es hora de que sepan que el Índice de Pobreza Multidimensional establece que ésta surge a partir de condiciones educativas del hogar; la niñez y juventud, Salud y trabajo, acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de vivienda. Aspectos que se relacionan más con la labor y la responsabilidad de los gobiernos que con la capacidad individual para generar ingresos.
De los anteriores, quiero referirme al acceso a servicios públicos, en especial a Internet, pues es un hecho que cada vez se hace más difícil sobrevivir en este mundo sin conectividad a esta red, que debe ser garantizada por el Estado, según la Ley 1978 de 2019.
De modo que, el fracaso del contrato billonario del Ministerio de Tecnologías de la Información (Mintic), que dejó sin acceso a la red a diez mil sitios rurales, condena al campesinado y a la niñez a la marginalidad económica, cultural y social.
Lo digo con base en el reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que reveló que por falta de acceso a Internet la inasistencia escolar en el campo pasó del 4,6 % en 2019 al 30% en este año y que, si se nace pobre en Colombia, sólo hay del 15 al 35 % de posibilidad de un mejor futuro.
Sólo resta decir: gracias, Karen Abudinen, ministra Mintic, por su incapacidad y cinismo.