Preocupación por tala en la Amazonía
Alertas de deforestación de este año superan los 6.000 kilómetros cuadrados.
La deforestación en la Amazonía brasileña cayó en agosto por segundo mes consecutivo, pero continúa en niveles altos, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).
La entidad contabilizó 918 kilómetros cuadrados de deforestación, el menor nivel desde agosto de 2018 y un 32 % inferior al del mismo periodo del año anterior.
Las alertas de deforestación entre enero y agosto de este año alcanzaron los 6.026 kilómetros cuadrados, lo que supone una leve reducción del 1,2 % frente a los primeros ocho meses de 2020 (6.099 kilómetros cuadrados).
Los datos fueron obtenidos con imágenes de satélite, pero, según el organismo gubernamental, no constituyen el balance oficial sobre deforestación, que es divulgado a finales de año, sino que identifican posibles puntos de riesgo.
Según el Inpe, muestra una tendencia y sirven para alertar a los fiscales medioambientales sobre dónde centrar sus esfuerzos en la lucha para proteger el bioma, amenazado por la deforestación y por los incendios.
Los aún elevados números son atribuidos por las organizaciones medioambientales a las “omisiones” de Jair Bolsonaro, quien se ha mostrado partidario de la explotación de los recursos naturales en la Amazonía, incluso en reservas indígenas, y ha flexibilizado la fiscalización de actividades que amenazan el medioambiente.