Tajo a tajo, un libro de rebeldía y dureza
La nueva obra de Juan Sebastián Gaviria nos lleva a un universo de transgresiones.
Cuando la verdad sobre su identidad de género sale a la luz, Adam lo pierde todo: su trabajo como camionero, su sitio en la sociedad y la más doloroso, la custodia de su hijo.
Desesperado hasta el borde de la demencia, se sumerge en una existencia proscrita para reclamar un lugar en el mundo y transformar, de una vez por todas, su cuerpo.
Con una potente premisa, el libro ‘Tajo a tajo' de Juan Sebastián Gaviria es transgresor en varios sentidos. No solo por tener una protagonista trans, sino por el contexto masculinizado y violento en el que se desenvuelve.
“Primero vino el personaje y yo quise ponerla en un entorno que generara mucha fricción, porque lo que yo quiero es romper esos paradigmas de masculino es fuerte y femenino es frágil”, explica el autor de la novela.
Atravesando por lo que podría calificarse como un calvario, Amanda no es presentada como una víctima que reclama justicia ante un mundo que la rechaza. Es tenaz, y tiene una voluntad a la que se aferra en los momentos más oscuros. Parte de esa resiliencia es atribuible a su hijo, de quien la separan. “Es más violento que los otros abusos a los que el mundo la somete. Al ser padre puedes calcular las dimensiones de esa atrocidad”, asegura Gaviria quien es padre de dos niñas.
Parte de su historia se palpa en cada página. Especialmente en aquellos moteles y bares de mala muerte que proliferan entre las carreteras de Estados Unidos y México, espacio en el que se desarrolla la trama y donde el autor vivió por años.
“El símbolo de quién viola las fronteras me encanta porque funciona en muchos niveles y no hay una más simbólica que esa”.
En últimas, la historia está cargada de rebeldía, de dureza y de una narrativa limpia que atrapa al lector con facilidad.
“Para mí no hay rebelión más rabiosa que la de alguien que se enfrenta a transformar su anatomía”.