Patrullaje militar
La situación de inseguridad empeora día tras día. Una realidad que advertida desde hace varios meses. La ciudadanía se siente indefensa y esta semana se iniciaron acompañamientos de patrullaje de la Policía Militar a la policía Metropolitana como forma de asistencia y apoyo. Una figura más, que se suma a los 5 generales y 1.500 policías que se anunciaron días atrás.
Son cerca de 300 militares armados en las localidades donde más de concentran los problemas de inseguridad. Esta figura está en el Código de Policía, artículo 170, que la contempla como un “instrumento legal que puede aplicarse cuando hechos de grave alteración de la seguridad y la convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro inminente, o para afrontar emergencia o calamidad pública, a través del cual el Presidente, podrá disponer, de forma temporal y excepcional de la asistencia de la fuerza militar”.
Aunque la idea no es ajena a controversias, tiene un impacto mediático y crea una falsa percepción de seguridad en las calles. Sin embargo, no resuelve los problemas que nos aquejan. Lo paradójico es que horas después de que se iniciaran los patrullajes conjuntos, la ciudad fue testigo de 2 atracos masivos: en una iglesia cristiana y en un bus del SITP.
Es claro, que ante el sentimiento de frustración y desesperación que tienen los ciudadanos, la figura de la policía militar resulta atractiva, pero hay que ser precavidos, al final la presencia militar en los entornos urbanos no puede remplazar el ejercicio de autoridad civil que tiene la policía metropolitana.