Registro obligatorio
Vuelve y juega: ante los constantes hurtos a ciclistas en la ciudad, seguimos insistiendo en el registro de la bicicleta como la mejor estrategia para combatir el hurto, solo que esta vez se pretende hacer obligatorio y quien no lo haga, será amonestado por la policía.
El registro del serial de la bicicleta no es nuevo; desde la administración pasada se puso en marcha. Sin embargo, esto no detuvo los hurtos porque detrás de ello hay bandas dedicadas a vender los componentes y accesorios de la bicicleta, actividad que es más rentable y difícil de rastrear, más aún cuando hay un mundo de posibilidades en medios digitales.
Esas medidas no funcionan. Al igual que no funcionó el registro del IMEI de los celulares. Las bandas delincuenciales roban sin titubear y se especializan en ciertos objetos.
Hay que combatir las cadenas criminales y los mercados ilegales de las bicicletas usadas y sus componentes. Entender mejor las dinámicas del hurto; conocer tipo y marcas de bicicletas más demandadas por los delincuentes, al igual que los horarios y modalidades de hurto.
Eso es mejor que obligar a que todo bogotano registre su bicicleta, que en la práctica es un despropósito y requiere de logística considerable. Prácticamente en cada hogar puede haber una bicicleta.
Mientras tanto, hay que continuar con las medidas para proteger a los ciclistas. La iniciativa de rutas seguras merece un reconocimiento especial al igual que las apuestas por ampliar infraestructura para estos usuarios. El acompañamiento y la presencia policial en ciertos horarios y trayectos ha demostrado ser efectivo.