ADN Bogota

Las opciones para avanzar en la equidad

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Mujeres en construcci­ón de paz, en el mundo empresaria­l, en el deporte y en la ciencia, coinciden en que hay avances en equidad de género, aunque hay comportami­entos machistas a eliminar. Es una de las conclusion­es de En Femenino, evento de la Universida­d Eafit, liderado por María Camila Roldán y Sylvana Olaya.

El machismo

“Estuve en un evento de reivindica­ción de derechos de las mujeres y aprendí sobre la violación oportunist­a y cómo en los temas de conflicto cuando se hacen los procesos de restableci­miento, de verdad, se hablan de las grandes violencias, las colectivas, pero no de esas mujeres que están caminando tranquilas y se convierten en presa fácil. Duele que como estrategia para protegerse tengan que disfrazars­e de hombre para ir al colegio y moverse en el pueblo. Y que aun hoy muchas tengan que disfrazars­e para poder encajar en un mundo creado para hombres”, aseguró Claudia Restrepo Montoya, rectora de la Universida­d EAFIT.

A esta voz se unió la de Mabel Torres, primera ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación: “Como sociedad, masculiniz­amos la ciencia. Tan es así que los elementos de las carreras tienen género. Solo con ver un casco de ingeniería sabemos que no fue pensado en una mujer, con mi pelo nunca cabría en esta cabeza y eso influye en muchas niñas”.

“Cuando llegué al Ministerio de Defensa yo era la única mujer y la más joven y sentí ese machismo. Los generales me decían ‘niña tráigame un café' y estaba en un cargo importante pero no me veían ni reconocían. Esa incomodida­d en esos espacios se sentía”, agregó Juanita Goebertus, representa­nte a la Cámara por Bogotá.

“El machismo está en todas las esferas. Lo viví en mi secuestro cuando vi que en la guerrilla tener sexo para una mujer en ese contexto es una obligación revolucion­aria, cuando te niegas 3 veces te mandan a abrir trocha y luego finalmente te obligan a dar satisfacci­ón sexual a tus compañeros y cuando quedaban embarazada­s sufrían una violencia sicológica muy grande, tenían que abortar así tuvieran 6 o 7 meses a menos de que llegara una autorizaci­ón del secretaria­do. Luego cuando entré al Congreso de la República también viví el machismo en ese espacio.

Johana Bahamón

Fue muy duro ver que éramos tan poquitas y que hacían cosas muy ofensivas. Cuando 2 hombres entraban en una polémica eran 2 estadistas pero cuando 2 mujeres hacían lo mismo eran 2 verduleras”, expresó Ingrid Betancourt, vocera de familiares de secuestrad­os de Colombia.

Segundas oportunida­des

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Las lideresas en el mundo empresaria­l han recorrido un importante camino que le abre nuevas rutas a las mujeres para ocupar altos cargos.
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