Antonio Caballero
He vuelto a leer ‘Historia de Colombia y sus oligarquías' de Antonio Caballero (1945-2021). En este, su último libro, el mordaz y pesimista escritor describe al país como una ‘narcocracia' donde se amalgama “insurgencia, narcotráfico, corrupción, neoliberalismo, paramilitarismo, clientelismo, alimentándose mutuamente en un carrusel perverso bajo gobiernos igualmente impotentes y muchas veces cómplices; y como decía el gran humorista de la televisión, Jaime Garzón, asesinado por los paramilitares, ‘con el gringo ahí': todo bajo la égida de los Estados Unidos…” (página 404).
Y es que, el también columnista y caricaturista, vislumbraba las nubes negras del futuro porque miraba de frente al abismo nacional y no temía que éste, a su vez, lo observara. Entendía que Colombia era una plasta llena de huecos y que en cada uno se ocultaba un pedazo de verdad incapaz de asomarse al otro lado (quienes sufran de tripofobia, como yo, comprenderán la imagen).
Hoy, a escasos sesenta y seis días para la elección presidencial, me pregunto qué habría expresado Caballero sobre estos tres hechos: el triunfo del Pacto Histórico en las pasadas votaciones, la presunta intención de fraude de la Registraduría para beneficiar a los partidos afines al gobierno, y el repunte de Francia Márquez: esta mujeraza negra, líder social y feminista. Quiero pensar que vislumbraría una posibilidad de giro hacia una democracia incluyente, pero me temo que, con su sarcasmo irredento, al igual que el título de su única novela, habría pronosticado, de nuevo, a un país ‘Sin remedio'.