Niveles del mar están en aumento
Con la jornada electoral se definirá el presidente para el período 2018-2022
● En el país está todo listo para una jornada electoral como nunca antes se había presentado, pues la izquierda no había alcanzado a llegar a una segunda vuelta, lo que ha generado una gran polarización entre la ciudadanía.
En la segunda vuelta, que definirá el presidente para el período 2018-2022, Gustavo Petro e Iván Duque, representan los extremos de la izquierda y la derecha respectivamente.Se trata de visiones marcadamente distintas sobre todo, desde la implementación de un acuerdo de paz.
Los comicios serán una desviación respecto de elecciones colombianas pasadas en las que se enfrentaban candidatos del establishment, dijo Jorge Restrepo, profesor de economía que preside el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos.
El ganador heredará grandes desafíos: una economía aletargada de US$300.000 millones que hace poco sufrió su primera rebaja de calificación crediticia en 15 años, cientos de miles de venezolanos hambrientos que cruzan la frontera y un enorme aumento de la producción de cocaína. Pese a ello, Colombia ha sido el país predilecto de los inversores en América Latina este año, lo que implica un reconocimiento de la incertidumbre que impera en otras zonas de la región y de lo mucho que se ha alejado el país de la brutalidad de una guerra civil de décadas para convertirse en un nuevo miembro de la exclusiva Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Independiente de quien resulte ganador, Moody's Investors Service dijo esta semana que las políticas colombianas favorables al mercado continuarán cualquiera sea el resultado.
Duque estudió en la Universidad de Georgetown y pasó la mitad de su vida en EE.UU. El representante del partido Centro Democrático está a favor de la exploración petrolera y minera y ha prometido abolir el impuesto al valor agregado durante seis días por año. Ha recibido el apoyo de los empresarios y de algunos sectores de partidos tradicionales.
A su turno, Petro fue miembro del movimiento M-19. Se desmovilizó hace casi tres décadas y se volcó a la política democrática, llegando a ser alcalde de Bogotá, donde, entre otras cosas, se lo recuerda por aumentar los subsidios a las tarifas de agua y transporte para los pobres. Si llegara a la presidencia, Petro dice que apoyaría la energía solar y productos agrícolas como el aguacate, al tiempo que reduciría la dependencia del petróleo y el carbón. Está a favor del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y quiere aplicar impuestos a los terratenientes con el objetivo de redistribuir las tierras de cultivo no utilizadas.
La agenda de Petro atrae a los sectores del país que se sienten excluidos y que han tenido pocos políticos de izquierda.