ADN ganó el premio nacional de Acord
● Con el pasar de los años, Guillermo González, reportero gráfico que lleva una década vinculado a ADN y quien recibió el pasado jueves en Neiva el Premio Nacional de Periodismo Deportivo Acord-English Easy Way, ha unido el entusiasmo que le generan el fútbol y la fotografía, sus dos grandes pasiones, en su trabajo cotidiano.
“El gusto por el fútbol terminó extendiéndose a otros deportes. Cursé mi carrera de comunicador social pensando ser periodista deportivo y al final la fotografía le ganó a esa otra pasión. Pero igual considero que el secreto de hacer un buen trabajo radica en ser integral”, sostuvo González, quien obtuvo el galardón con la fotografía ‘De cabeza a las finales’.
La imagen por la que fue premiado, la capturó en un partido de fútbol disputado por Junior y Patriotas, correspondiente a las semifinales de la Copa Águila de 2017.
El instante congelado muestra al entonces delantero junioriosta Roberto Ovelar (ver foto), disputando una acción, reflejando fuerza.
“Nunca dejo de aprender. Siempre me alimento viendo otros trabajos, otras fotos, con libros, páginas, blogs, viendo trabajar a los demás. En cuanto a estilo propio edito bastante
cerrado y me gustan las acciones centrales sin muchos elementos distractores”, explicó ‘Guillo’, como cariñosamente se le conoce en el gremio periodístico de Barranquilla.
Muchas cosas han cambiado en el ejercicio de tomar fotografías, con relación
a los años en los que González comenzó a ejercer. “Antes los rollos y los lentes de corto alcance me obligaban a planos más abiertos. Ahora las herramientas digitales y los lentes largos permiten tomar acciones más puntuales, que en particular prefiero. Siento que ese es mi estilo propio”, manifestó.
El camino hacia los galardones y otros detalles que indican consagración tuvo un punto inicial durante una tarde de 1994. En un pasillo de la Universidad Autónoma del Caribe, Jorge Peñaloza, profesor y amigo, a quien le había pedido que le avisara de cualquier oferta laboral, le dijo: “hay una vacante en La Libertad, pero para fotografía”.
Lleno de bríos el joven llegó a la sala de redacción diciendo que se medía a cualquier circunstancia. “La primera misión fue tomar la posesión del alcalde Edgar George, que fue justo en la medianoche del 1 de enero”, recuerda entre risas González.
“En aquel tiempo me dio la mano un gran colega, que es Alfonso Cervantes. Me enseñó muchas técnicas importantes para trabajar en laboratorio y también me dio pautas para tener desenvolvimiento en la calle. Luego apareció Carlos Rincón, quien me enseñó a atreverme a crear por medio de la fotografía. Recuerdo que alguna vez fue a mi trabajo solo para felicitarme”, recordó el fotógrafo soledeño.
Óscar Berrocal, Carlos Capella, Eduardo Maldonado, Henry Agudelo, Manuel Saldarriaga son otros de los muchos nombres, que entre cercanía y distancia han marcado el saber de González.