Un alto exmilitar llega a la JEP
General (r) es acusado de crímenes contra civiles en el gobierno de Uribe.
● El excomandante del Ejército Mario Montoya, investigado por ejecuciones de civiles, solicitó ayer someterse al sistema de justicia surgido del pacto de paz con las FARC para juzgar crímenes cometidos durante medio siglo de conflicto armado.
El general retirado envió un formato de sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), cuya Sala de Definición de Situaciones Jurídicas la estudiará para decidir si el uniformado puede acogerse a esta justicia.
Montoya, jefe del ejército entre 2006 y 2008, durante el primer mandato de Álvaro Uribe, es el militar de mayor rango en someterse a la justicia de paz, que empezó labores la semana pasada con la diligencia del general Henry Torres y de excomandantes guerrilleros.
El pedido de sometimiento de Montoya ante la JEP no implica necesariamente la aceptación de la responsabilidad en los casos por los que se le investiga, pero sí su compromiso de verdad y colaboración en las indagaciones que se llevan a cabo.
El general es investigado por el escándalo de los ‘falsos positivos’, un eufemismo condenado internacionalmente para referirse a las ejecuciones de civiles cometidas por la fuerza pública entre 2002 y 2008, en medio de la feroz lucha antiguerrillera ordenada por Uribe.
“Montoya estuvo al frente del Ejército colombiano cuando se cometieron algunas de las atrocidades masivas más graves que hayan ocurrido en el hemisferio occidental en los últimos años”, dijo el director de la ONG Human Right Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
El alto oficial renunció a su cargo en 2008 después de que se comprobara que una decena de jóvenes fueron desaparecidos por militares y posteriormente exhibidos como rebeldes supuestamente abatidos en enfrentamientos cerca de Bogotá.
Según HRW, “más de tres mil civiles” fueron ejecutados de esa forma entre 2002 y 2008 lo que, de acuerdo con la Fiscalía, ha resultado con condenas de 961 uniformados.
Además, el militar retirado encabezó las famosas operaciones Jaque (en la que recobraron la libertad Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados por las FARC) y Orión, un controvertido operativo realizado en la Comuna 13 de Medellín señalada por varias ONG de violar derechos humanos, a través de asesinatos y desapariciones.