La policía y Mockus
En Colombia rige el Código de Policía. Para mal o para bien, y pese a sus absurdos, ha ido acercándose al objetivo para el cual fue constituido: el de regular y conservar las relaciones entre los ciudadanos.
Cualquier colombiano que flagrantemente viola alguno de sus artículos y la Policía es avisada cuando ello ocurre, le llaman la atención y le imponen un comparendo o se le conduce a una comisaría para que responda por su conducta y sea multado, reprendido o arrestado por unas horas.
Durante la apertura de las sesiones del Congreso, el recién elegido senador por el Partido Verde, Antanas Mockus, violó flagrantemente ante todos los senadores presentes en el recinto y los millones de ciudadanos que veían la trasmisión por televisión, el artículo 33, ordinal 2b del Código de Policía. En un acto claro, contundente y demostrado de exhibicionismo, se bajó los pantalones y les mostró sus partes pubendas a la mesa directiva de la corporación.
Aunque se trata de un anciano mermado con el parkison y sus medicaciones, es también una conducta que repite, lo que puede agravar el hecho punible, y como además obtuvo la voluntad de más de 600 mil votos, su actitud por lo menos grotesca, cuando no de ofensa grave a sus electores, debió haber sido fruto de un comparendo policial o de una solicitud formal del presidente del Senado a los policías presentes.
Debe entonces la Procuraduría abrir un proceso al presidente del Congreso y a los policías presentes por no expedirle el comparendo. El país ya le hizo el suyo.