Sigue pérdida de árboles por cemento
Autorización fue para la vía TCC-Molinos. 59 plantas se habrían cortado sin tener permiso.
● Elkin Agudelo, residente en el barrio Molinos Altos de Floridablanca, presenció con tristeza y resignación cómo una motosierra acabó con 27 años de vida de la ceiba que él mismo sembró frente a su casa en 1991 para representar el nacimiento de su hijo.
El árbol, símbolo de este sector, fue cortado para evitar la demolición de más viviendas del barrio (adicionales a las 37 que se deben demoler) y darle paso a la paralela entre TCC y Molinos.
“Es una tristeza con la naturaleza, con la madre tierra, pero todo esto es un negocio. Aquí se buscó la manera de dejar el arbolito y no se pudo hacer nada”, señaló Elkin con algo de impotencia.
La misma suerte de la ceiba la tuvieron otros 470 árboles de los cuales, según documentos recopilados por esta redacción, 412 tenían autorización para su tala por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). Los otros 59 habrían sido cortados sin permiso según el Auto 01431 del 9 de abril del 2018, con el que la Anla inició una sanción contra la sociedad Herdoiza Crespo Construcciones S.A. Sucursal Colombiana, contratista de la paralela.
En dicho Auto, la Anla dice que se realizó la tala de 58 árboles y un culmo (falso tallo) de guadua sin contar con el permiso.
A estas talas, que afectan el entorno de quienes residen cerca al proyecto, la calidad del aire del área metropolitana, y reduce el espacio público verde habilitado, se suma el desacuerdo de los vecinos de Molinos con la obra porque, según ellos, no dará una solución real a la movilidad.
Zoraida Mancipe Espitia, miembro de la Junta de Acción Comunal de Molinos, dijo que mientras la obra ayudará por un par
de años, la movilidad no se mejorará tanto como dicen y el barrio sí sufrirá. Y añadió que el valor de las 37 viviendas que se tienen que comprar para darle paso a la vía son bajos y no las están pagando a tiempo, situación que tiene a los afectados sin poder comprar vivienda. Construcción de la paralela
Este proyecto, ejecutado por el Instituto Nacional de Vías (Invías), tenía un costo inicial de $35.989 millones más la interventoría por $2.899 millones y debía entregarse el pasado 4 de julio. Por la falta de recursos la obra se dividió en dos etapas: una, entre TCC y Telebucaramanga; y otra entre Telebucaramanga y el puente de El Bosque.
Para culminar la obra se
adicionaron $6.000 millones, $12.000 más para la gestión predial, otros $980 para la interventoría y cinco meses más en tiempo, lo que prolonga la obra hasta diciembre de 2018.
El director Regional del Invías, César Augusto Moreno Prada, explicó que la primera etapa está en la recta final y se culminará a finales de este mes. Sobre la gestión predial, añadió que está “bastante avanzada” y ya se están demoliendo viviendas.
El funcionario señaló que la obra tiene todos los
permisos de ley e invitó a la comunidad a hacerle seguimiento a los compromisos del contratista. “Esta es una paralela que beneficiará a toda la comunidad del área metropolitana y debe construirse. Si se afectan algunas especies arbóreas, la idea no es impedir que se talen sino controlar que el contratista cumpla con la compensación”, apuntó Moreno.
El interventor del proyecto, Raúl Pérez, precisó que sobre el proceso sancionatorio de la Anla “pensamos que todo está subsanado”. Y en cuanto a la compensación forestal, aseguró que se compensarán 2.004 plantas, de las cuales 1.500 ya han sido sembradas en tres predios diferentes al sitio donde se talaron.